¡Hidrátate!

Si importante es mantener hidratado nuestro organismo de manera habitual, esta importancia se vuelve aún mayor con la llegada del verano y sus altas temperaturas. Y es que la pérdida de agua que experimenta el cuerpo a través del sudor debe ser controlada, ya que puede ser peligroso, principalmente en aquellos colectivos considerados vulnerables. ¡Toma nota de estas sencillas recomendaciones para disfrutar de un verano con total seguridad!.

En no pocas ocasiones se habla de la deshidratación sin pararnos a pensar en la importancia real que puede llegar a tener en nuestro organismo esta situación. El agua es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Entre otras cosas, tiene un papel imprescindible en la regulación de la temperatura corporal; participa en el transporte de oxígeno a través de la sangre hacia los músculos; regula la presión arterial; ayuda a la digestión, etc… Al ser todas ellas funciones vitales de gran importancia, si el organismo no cuenta con la cantidad de agua suficiente para realizarlas, es evidente que su funcionamiento podría verse alterado de manera más que significativa, momento en elque empiezan a apareceder las primeras señales de alarma -sed, dolor de cabeza o mareos- que nos indican que si continuamos sin ingerir líquido las consecuencias podrían ser realmente graves.

Si ante estos síntomas no actuamos con rapidez la situación podría agravarse y podrían aparecer síncopes, desorientación, confusión, infarto y en casos muchos más graves hasta la muerte.

¿Qué cantidad de agua es la correcta?

Muchos expertos indican que tanto para que los riñones realicen bien su función y se mantengan en buen estado como para compensar la pérdida de líquido del organismo es recomendable beber de 1,5 a 2 litros de agua al día (aproximadamente unos 8 vasos). No obstante, esta cifra depende de la edad, del sexo, del estado de salud general, del nivel de actividad que se realice….

¿La deshidratación se evita bebiendo solo agua?

¡En absoluto! Aunque es cierto que el agua es el protagonista cuando hablamos de la hidratación, también podemos hidratarnos consumiendo alimentos ricos en agua como las frutas, verduras, infusiones, sopas frías…

¡Importante! Evita siempre que puedas ingerir alcohol, bebidas muy edulcoradas y refrescos ya que, en contra de lo que puedas pensar, el azúcar y el gas que contienen acelerarán aún más el proceso de deshidratación del organismo.

¿Quiénes no pueden olvidarse de beber?

Aunque apostar por una buena hidratación es importante para todos, especialmente necesario es para determinados grupos poblacionales que, por sus características o situación, son especialmente vulnerables.

Los niños y adolescentes, las embarazas y madres lactantes, los mayores y los deportistas (sobre todo los runners y ciclistas que entrenan al aire libre durante horas) son los menos conscientes de su nivel de hidratación. Por ello, durante estos meses de verano, padres, cuidadores y adultos han de estar especialmente atentos para evitar la deshidratación.

¡En Marcha!

  1. ¡No bebas agua solo durante las comidas! Distribuye el agua a lo largo del día, evitando las últimas horas antes de acostarse. ¡Ponte una alarma si eres olvidadizo!
  2. En caso de que ni las altas temperaturas del verano te hagan renunciar a tu rutina deportiva, aumenta el consumo de agua diaria recomendada.
  3. Ten en cuenta que no solo debes beber agua mientras realizas deporte, sino antes y después de la actividad.
  4. ¡No esperes a a sentir sed para beber! Por si no lo sabías, la sed es el primer síntoma de la deshidratación.
  5. Siempre que puedas, evitar salir a la calle en las horas de máximo calor. Entre las 12:00 y las 16:00 horas es mejor mantenerse en lugares ventilados y frescos.
  6. ¡No salgas nunca a la calle sin una botellita de agua! No te ocupará mucho espacio y te ayudará a no sufrir ningún imprevisto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *