¿Es bueno tomar vitaminas para tener más energía?

Para tener más energía y afrontar con éxito el día tras la vuelta a la rutina, muchas personas pueden optar por tomar suplementos vitamínicos, pero no en todos los casos se acaban alcanzado los efectos beneficiosos que se pretenden conseguir, porque no todos los individuos deben consumirlos, como son las personas sanas.
Uno de los motivos por los que se decide tomar suplementos vitamínicos puede ser el cansancio o la debilidad muscular, siendo las «enfermedades metabólicas y musculares, la anemia, la miastenia y una mala alimentación, entre otras«, las causantes de estas patologías. Otros factor que también puede influir en la salud son las preocupaciones diarias, ya que mantener » una actitud negativa ante las dificultades va a condicionar nuestro estado de salud».


No todas las personas deben tomarlas


«Los suplementos vitamínicos solo están indicados en aquellas personas que tienen un déficit de ellos. Por ello, con una alimentación equilibrada no hay necesidad de consumirlos, solamente en estados de carencia», especifica los endrocrinos. Los niños, por su parte, también pueden consumirlos si están recomendados por un pediatra.
Cuando se opte por consumir estos complejos vitamínicos, hay que consultar a un profesional sanitario porque «existen vitaminas liposolubles que no pueden ser eliminadas por nuestro organismo y su consumo puede ser tóxico y perjudicial, además de innecesario», según la asociación de endocrinos.
Por recomendación, estos productos se toman cuando nos encontramos ante: «Estados carenciales, personas frágiles o situaciones que no permitan una alimentación adecuada o la ingesta sea insuficiente, o por un aumento de demanda fisiológica con un embarazo, explica los endocrinos, quienes indica que los suplementos más recomendados son los que tienen vitaminas del grupo D y B, porque, en ocasiones, con la alimentación no es suficiente.

La toma de complejo vitamínicos puede ser contraproducente, ya que «tienen efectos secundarios cuando no están indicados y, si la alimentación es correcta, no son contraproducentes, sino inadecuados, indica los endocrinos. Los riesgos a los que se enfrenta una persona que los toma y no los necesita o abusa de su consumo «dependen del tipo de vitamina y van desde fatiga, náuseas, vómitos, irritabilidad, insomnio, dermatitis, urticaria, dolor óseo, a daños cardiovasculares y alteraciones de la coagulación.

Las vitaminas las podemos encontrar en alimentos que conforman la dieta mediterránea como «frutas, verduras, cereales, carnes, lácteos, aceite….».

Si se está tomando suplementos vitamínicos, la dieta debe ser siempre equilibrada, guiándose por la pirámide alimentaria, porque un comprimido nunca sustituye el valor del micronutriente de un alimento. Pero, para que que tenga su efecto se debe tomar su dosis terapéutica.

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